martes, 7 de agosto de 2012

CAPÍTULO 13. "Lo imposible se hace posible con Àlex Monner y Mikel Iglesias.

Os ha costado, pero finalmente están los 20 RT's JAJAJAJAJA, aquí os dejo el capítulo 13 y esta noche subiré el siguiente, mañana subiré los dos últimos capítulos. Os quiero mis niñas.

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| Mikel |

Me dirigía a casa de Laia, quería verla y preguntarle de qué iría esta noche a la fiesta de disfraces. Crucé la calle y toqué a su puerta. Me abrió un chico, era Erik. Noté como el pulso se me aceleraba, como el corazón me amenazaba con salir del pecho, como tenía los nervios a flor de piel, y notaba muchísimo más el picor que me producían los ojos, apunto de llorar.

-¿Qué coño haces aquí?-le dije casi gritando-
-¿No puedo estar aquí?-dijo él sonriendo de una manera que me entraron unas ganas terribles de partirle la cara-
-¡No!-grité- Es mi novia. No puedes estar con ella-me acerqué a él y le cogí del cuello, le estampé contra la pared-, es mía, entérate de una puta vez.-le apretaba, notaba como le estaba dejando poco a poco sin respiración, él puso su mano encima de la mía que le estaba apretando el cuello cada vez más fuerte-
-¡Mikel! ¿Qué haces? ¡Suéltale! -dijo Laia a mi espalda e hizo que aflojara, que no me dejara llevar por impulos, que la escuchara, pero era demasiado tarde, porque ya estaba estrangulando al gilipollas que estaba con ella en su casa-
-No, ¿qué coño hace aquí?-dije mirándola de reojo y notaba como el miedo se apoderaba de sus ojos-
-¡Es mi amigo!-gritó y empezó a llorar-
-¡Y yo tu novio!-me rompió el corazón verla así, pero no podía parar, una parte de mi cuerpo me dijera que no parase, que lo matara con mis propias manos-
-¿Y? ¿No puedo tener amigos?-puso su mano encima de mi hombro, se olía su miedo a kilómetros, y eso hizo darme cuenta de que ella no estaba bien, de que le estaba haciendo daño, aflojé un poco más-
-¿Amigos que te has follado?-una lágrima cayó por mi rostro-Dudo que alguien pueda ser amigo de alguien con el que ha estado en una cama.
-Pues nosotros somos amigos,-una lágrima más salió de sus preciosos ojos que no merecían derramar ni una sola lágrima-¿no confías en mí?-susurró-
-No confío en él.-susurré esta vez yo, y cerré los ojos, apreté con muchísima más fuerza-
-¡Suéltale!-gritó mientras lloraba, no podía joder, algo se apoderaba de mí, tal vez los celos, el miedo, la rabia, el orgullo, algo se apoderó de mi-
-¿Le defiendes?-volví a gritar-¿Estás de su parte?-una puta lágrima más salió de mis ojos, y me picaban como nunca por no llorar todo lo que quería, para no perder mi reputación, para que no me viese hundido. Para que no me viese hundido por ella, joder- ¿Qué clase de novia eres?-la miré por última vez antes de pegar un puñetazo a la pared-
-Soy una buena novia y una buena amiga.-siguió llorando, y sus llantos se repetían una y otra vez en mi cabeza, no podía seguir así- ¡Suéltale ya!-le solté, la miré por última vez y pronuncié las peores palabras que podría haber pronunciado en mi vida respecto a ella-
-Está bien, hemos acabado.

Salí por la puerta, caminando rápido, me dirigí a mi casa, entré y cerré dando un portazo, fui a mi cuarto y la historia se repitió, otro portazo más en la puerta de mi habitación.

-Mikel.-dijo Laia desde la puerta de mi habitación con lágrimas en sus ojos-
-¡Que te largues!-le grité- Vete con tu amiguito,-comencé a llorar, pegué una patada a la cama- si tanto le prefieres a él antes que a mí.-metí un puñetazo con toda mi rabia al armario, y la miré-
-Pero Mikel-susurró,su voz era suave, temblaba, tenía miedo-
-¡Que te vayas!-grité lo máximo que pude-

Se fue, supongo que a su casa, con su querido amigo. Que asco, tantas cosas me había prometido, tantas cosas me había pedido, tantas cosas le estaba dando, tanto me estaba pillando para esta mierda, lo sabía, sabía que los “para siempre” no existían.

| Maria |

-He discutido con tu hermano.-dijo Laia entrando a mi habitación, llorando-
-¿Por qué? ¿Qué ha pasado?-dije abrazándola-
-Que estaba en casa con Erik,-intentó explicarme entre sollozo y sollozo- él ha venido, le ha visto y se ha puesto hecho una furia,-hizo una pausa, ya que se estaba ahogando de tanto llorar- le ha cogido del cuello,-me abrazó más fuerte- y yo le decía que parase y me ha dicho que le estaba defendiendo a él, y que hemos acabado.-lloró desconsoladamente durante cinco minutos, la abrazaba con fuerza, no podía dejar que llorara, no podía dejarla así por mi hermano, tenía que sonreír con esa sonrisa preciosa que ella tenía-
-¿Sabes lo que vamos a hacer?-me separé de ella y le sequé una a una las lágrimas- Esta noche iremos a la fiesta de disfraces bien sexys-sonreí y provocó en ella una pequeña sonrisa casi invisible- y se van a enterar todos los chicos de quién manda aquí, y de que con chicas no se juega.-sequé sus últimas lágrimas-

Me costó convencerla, pero finalmente cedió. Fuimos al centro, a la tienda de disfraces, cogimos los dos trajes más sexys que había por allí y volvimos a mi casa. Como ya era por la tarde empezamos a vestirnos. Ella de “Conejita Playboy” y yo de “Catwoman”. Nos pintamos, nos pusimos las caretas y fuimos camino a la fiesta. Una vez allí había todo tipo de disfraces, desde colegialas hasta payasos, aunque muchos de allí no hacía falta ni que se disfrazaran porque de por sí, ya lo eran. Empezamos a beber y a bailar. Un chico vestido de Batman se me acercó y empezamos a bailar. Así podría olvidar a Monner, ¿no? A su preciosa sonrisa, a sus ojos que me miraban cada dos por tres, a su aroma que quedaba impregnado en el aire cada vez que pasaba y hacía que pareciese estúpida cuando pasaba por delante. Sacudí la cabeza, no podía pensar más en él, esa noche no. Al cabo de poco tiempo me besó. Se estaba tan bien en sus labios, era una sensación agradable, me gustaba besarle, podría estar así horas, y horas. Puedo decir que yo lo hacía con sentimientos, y eso me asustaba, besaba a alguien que no sabía quien era, no sabía su identidad, y estaba haciendo que me olvidara de Monner, pero yo no lo quería olvidar, pero cada gesto, cada achuchón, cada acercamiento me gustaba más. Me llevó al baño, nos metimos en uno y cerramos la puerta, se sentó encima del váter y yo me senté encima de él. Nos besábamos y no nos cansábamos, le quité la máscara, abrí los ojos. Con razón sus besos me sonaban, con razón sus labios me llamaban, cómo no me iban a llamar, si era Monner. Me levanté y me eché hacia atrás, chocando con la puerta.

-¿Qué te pasa gatita?-tenía un nudo en la garganta, no podía hablar, me acercó a él y besó mi barriga, volví a separarme. Se puso de pie, se acercó, giré la cara para evitar que me besara, pero confundí su movimiento, me quitó la máscara, me miró- Maria.
-Quita.-dije únicamente mientras las yemas de mis dedos hacían presión en su disfraz para separarle de mi -
-No sabía que eras tú.-aceptó que le rechazase, que rechazase su cuerpo en contacto con el mío-
-¿Preferías que fuera otra?-me mordí la lengua para no llorar- Ya veo lo mucho que te importo, -cerré los ojos con fuerza pero el escozor me molestaba, los abrí, pestañeé para no ver nada borroso y una lágrima cayó al suelo, sequé su recorrido por mi rostro y le miré, estaba mirando al suelo, justo donde parecía que había caído mi lágrima-ya veo todo.-me moví para abrir la puerta, pero me cogió de la muñeca y no me dejó moverme-
-No te irás hasta que me escuches.-me acercó a él y su perfume hizo que no pudiese moverme, que no me revelase contra él-
-No quiero escucharte,-cerré los ojos, puede que fuera una pesadilla- no quiero escuchar una mentira más,-para que mentir, los volví a abrir, tanto tú como yo sabemos que eso no era una pesadilla de la cual pudiese despertar- sólo sabes mentirme.
-A ti nunca te he mentido.-me giró poco a poco-
-Àlex, déjame.-me tenía delante, bajé la cabeza, y al ver que no continuaba subí la mirada para ver su rostro, tenía la boca abierta y me miraba de una manera de lo más cariñosa y tierna, más que nunca y menos que mañana-
-Me has llamado por mi nombre.-dijo susurrando-
-¿Y?-dije frunciendo el ceño-
-Que si tú lo pronuncias dejaría que me gastaras el nombre, no quiero que dejes de pronunciarlo, nunca.-hice un gesto de molestia, un gesto para apartarme, pero no conseguí zafarme de su agarre- ¿No ves que recorrería cielo, mar y tierra para encontrarte?-cogió mi cara con una de sus manos mientras con la otra intentaba que no me fuera, pero después de eso no me iría nunca de su lado, había ganado mi corazón aunque no se lo fuese a decir, hizo que le mirara a los ojos y tanto uno como al otro nos brillaban los ojos- Eres mi princesa.


2 comentarios:

  1. JKAIIWDKJAIWUIDHAI siguiente ya de ya por favor, me encanta:)) Sóc _justadreambig

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  2. DIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS *-* Este capítulo me ha emocionado. ¡Siguiente YA, por favor! Soy @eerriiiiccaa_MI.

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