martes, 7 de agosto de 2012

CAPÍTULO 12. "Lo imposible se hace posible con Àlex Monner y Mikel Iglesias.


 | Laia |

Subí al cuarto de Maria a enchufar el móvil, cuando cogí el cargador de un cajón de su escritorio, alguien entró.

-¿Podemos hablar?-Mikel. Era su voz-
-¿Qué quieres?-dije sin mirarle, enchufando el móvil-
-Quiero que me escuches y que escuches la verdadera razón por la que no quiero quererte, por la que no quiero acostumbrarme a ti.-Suspiré, no quería hablar, me entendió y empezó a hablar- No quiero acostumbrarme a que te levantes de la cama porque te hayas dado cuenta de que no estoy y vengas a buscarme porque otra vez esté con mis miedos,-sonrió con una media sonrisa que me volvió loca- pero entiéndeme, contigo cualquiera se crece.-miró al suelo y asintió- Y no quiero verme huyendo de tu recuerdo,-negó con la cabeza- no quiero-hizo una breve pausa y tomó aire- tener que deshacerme de todo lo que haya de ti en mí.-se acercó un poco a mí, aunque para mi gusto estaba demasiado lejos, esos metros eran kilómetros para mí- No quiero tener que olvidar tus gestos.-hizo una mueca y reí- Que aunque creas que no te veo,-me miró a los ojos y sonrió, con esa sonrisa completa que me vuelve totalmente loca- te miro y no quiero olvidar la forma en la que tienes de mirarme y esa media sonrisa que te sale.-se mordió el labio, ya casi estaba a mi lado- No quiero tenerme que olvidar de qué significará y qué ha significado todo esto para nosotros cuando lo vivamos, si lo vivimos.-y lo viviremos, pensé- Es difícil tenerme que imaginar que posiblemente se acabe algún día y que me tenga que olvidar, y acostumbrarme otra vez a que tu número no sea el que parpadee en la pantalla de mi móvil.-ya estaba a mi lado, ya le tenía delante, ya notaba como mis piernas temblaban al estar en contacto con su cuerpo- Entiende que no quiero acostumbrarme a ti,-me acarició la comisura de los labios y se quedó unos segundos mirándola, se pasó la lengua por esos labios que me llamaban a gritos y me pedían que les besara a cada puto segundo del resto de nuestras vidas- no quiero acostumbrarme y que luego no estés,-besó mi cabeza, no quería que se volviera a separar hasta que muriésemos, pero se separó para mirarme a los ojos- y ya sé que no hay nada seguro en esta vida, y que lo único seguro es que no hay nada seguro,-rió- pero no quiero olvidarme, no quiero olvidarme de ti, olvidar todo lo que hemos pasado y pasaremos juntos, no quiero olvidarme ni de tus besos-tocó mis labios y su mirada fue a ellos- ni de tus caricias,-miró su brazo izquierdo, el cual yo estaba acariciando, sonrió, y ese gesto hizo que me ruborizara y mirara al suelo, pero cogió con su mano mi barbilla e hizo que le mirara a los ojos- ni de los celos que voy a sentir por otros chicos.-se le tensó la mandíbula al pronunciar esas palabras, hizo que me acordara de Erik y reí- Por eso no quiero acostumbrarme a quererte si luego te vas a tener que ir.-negué con la cabeza y unas cuantas lágrimas ya amenazaban con salir a toda hostia por mis ojos sin que yo les diera permiso, sus palabras me estaban llegando, había tenido los huevos de venir y decirme todo lo que me está diciendo a la cara, y eso era lo más importante que habían hecho por mi en mi vida- Es lo que tiene no creer en los “para siempre”, que no te dejan disfrutar.-y ese momento bonito acabó, ese momento en el que estaba en sus brazos, que estábamos juntos, que su piel y la mía estaban en contacto, que mi estómago era de todo menos eso en ese mismo instante, se alejó para salir por la puerta, pero antes de que todo esto acabara en un “ni si quiera se ha intentado” hablé, antes de que todo acabara antes de comenzar-
-Arriésgate a quererme y a creer en este “para siempre”.-se giró y el mundo paró, paró en ese instante, me miró con esos ojos de “¿he oído bien?”, sonreí, vino a mí, y me abrazó con cuidado por si me rompía en cualquier instante-

| Narrador |

Pasó una semana, Mikel y Laia se lo tomaron con calma, después de la declaración de amor hubo beso, como era obvio, pero del beso no pasaron.

Maria y Àlex el mismo día en el que Mikel y Laia se dijeron a la cara lo que sentían, lo hicieron en el baño. Fue especial, realmente especial, como cuando lo haces con la persona indicada, igual. Maria se arrepintió, no de hacerlo, si no de pensar que Àlex se fuese con otras después de estar con ella, por lo que cuando acabaron, antes de que él le pudiera decir nada, de que la quería o de que estaba loco por ella, que cuando la miraba el mundo se paraba, que su sonrisa era la mejor medicina en sus peores días o cualquier otra cosa en la que Maria cayese rendida a sus pies, ella se vistió y se fue. Salió de su casa y fue a dar una larga vuelta, pensó en lo que había hecho, en que por más que quisiera arrepentirse de haberlo hecho con Àlex, no podía, porque le quería y ella lo sabía, eso era lo que más le dolía, que ella le quisiera y que él seguramente se fuera con otras a la primera de cambio, ¿para qué arriesgar?, pensó, si va a preferir a millones de chicas con un cuerpo de escándalo a mi. Hasta bien entrada la noche no volvió, entró por la puerta de atrás y se fue a su cuarto. No se arrepentía para nada de hacerlo con él, es más, le deseaba y quería volver a probar sus labios, pero ella no iba a estar para cuando él quisiese y no iba a permitir que jugaran con sus sentimientos. Àlex cada día desde entonces intentó hablar con ella, pero ella lo esquivaba de muchas maneras diferentes, no quería hablar con él, ¿para qué? ¿Para oír que ya se había follado a siete en esa semana?

Y aunque a Àlex no le faltaron esa semana oportunidades para consumar, pasó. Sólo por Maria, sólo por la primera vez de ella que había sido totalmente especial, especial para los dos. No entendía que se hubiera ido como se fue, quería hablar con ella para aclarar el porqué de irse sin decir nada. La buscó después de que se hubiera ido, estuvo horas buscándola, pero no la encontró. Se volvía loco, no sabía si había hecho algo mal, si no había sido lo especial que ella quería que fuese. No sabía si estaba bien y eso era lo peor que le podría pasar, que le hubiera pasado algo malo, era de noche y él la buscaba por cada calle, por cada centímetro de la ciudad, sólo necesitaba verla y que estuviera bien. No la encontró esa noche, tenía miedo de que le pudiera haber pasado algo, y se sentía culpable por haberla dejado marchar sin haberla intentado retener, pero cuando al día siguiente vio que estaba bien, el nudo que se había formado en su estómago toda la noche anterior que no le dejó dormir, se deshizo. Pero pese a todo, ella no quería hablar con él, él lo intentaba todo, pero nada. Veía lo felices que estaban Laia y Mikel, y estaba celoso, no celoso de ellos dos, sino de la pareja, de los besos. Todos los besos que se daban ellos se quedaban cortos con los que él le quería dar a Maria.

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Amores, espero que os haya gustado mucho este capítulo, lo he intentado hacer lo mejor posible, sé que es corto, por eso mismo, si hay más de 20 RT's en este tuit:

https://twitter.com/#!/search/realtime/si%20este%20tuit%20llega%20a%20los%2020%20RT%27s%2C%20os%20subo%20el%20cap%C3%ADtulo%2013%20EN%20EL%20MISMO%20INSTANTE%20EN%20QUE%20HAYA%2020.%20PD%3A%22Lo%20imposible%20se%20hace%20posible..%22

os prometo que en el mismo instante que hayan 20 ni uno más ni uno menos, os subo el siguiente. Posiblemente en el día de hoy lleguemos hasta el capítulo 14 subido, para que mañana ya sólo queden 2 capítulos por subir, el 15 y el 16, los dos últimos.

No os he podido decir nada más por el tuit porque lo más posible es que nos den tuit limit por haber subido las dos la novela y avisaros a todas.

1 comentario:

  1. Asdsdsdfkksdfjlfds muero de amor *-* Esta novela es jodidamente perfecta. Por cierto, ya he dado RT al tweet y espero que consiga 20, para poder leer el siguiente capítulo hoy :D Soy @eerriiiiccaa_MI.

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